- Déjalo ir, chica. Susurró el viejito cubano mientras veia mi cara empapada en lágrimas después de leer otro "no sé" tibio, recontra tibio, en la pantalla del celular. Que viniste a disfrutar y a amar a los gritos, no así. Remató.
Me quedé pensando mucho en esas palabras... si soy fuego, por qué dejar que me apaguen? por qué esconder mi llama? sólo porque otros no pueden con eso? No. Nunca más.
Me paré en frente del espejo y me repetí harta el hartazgo: NUNCA MÁS TE APAGUES POR OTROS.
Nunca más te perminas hacer algo sin pasión y sin ganas; que no hay sensación más linda que la de haberlo dado todo. Es ese preciso momento en el que podes confirmar que estás viva y la confirmación exacta que atras de todo ese armazón, hay un corazón que late fuerte.
Si no vas a vivir con pasión en cada paso de tu vida; si no vas entregarte como si no hubiese un mañana... dejá, quedate lejos de mí. Porque al final... quién te va a quitar lo bailado? Quien se queda con las ganas tendrá la duda eterna y vos, la certeza final de estar por el camino de los que avanzan sin miedo.
Arriesgar una y mil veces... al frente, siempre, con la capacidad y la determinación de estar dispuesta a sentir lo que venga. Que todo es aprendizaje al final de cuentas,no?
Y si sale mal, a barajar y dar de nuevo o cortar de otra manera hasta que salga bien... y sale bien? a explotar el alma de plenitud.
No dejes de darlo todo porque el mundo intente imponerte tibiezas absurdas por doquier. Vos seguí mostrando que la unica cosa que es de tibios y debiles es no atreverse a sentir y amar la vida con fuerza.
Somos un ratito. No te olvides nunca de eso... estamos de paso así que no lo desperdicies en giles y giladas. Vos amá. Amá fuerte. Que tu fuego crezca en vez de esconderse y que los tibios... se vayan a cagar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario