Si te vieras con los ojos que te veo...
-¿qué ves? retrucaste
¿Qué ves cuando me ves? dice Mollo en alguna canción. Él afirma y yo pregunto: ¿cuándo la mentira es la verdad?
- Ultimamente siento que no te conozco.
Hace no tanto te escribía te extraño y hoy hasta eso me suena lejano. Me sonás lejano.. me sonás a rechazo. Ese que viene, quizás, de ver al otro sin la ceguera del amor.
¿O será que ahora te mostrás realmente como sos? O yo al fin estoy viendo cómo sos? Me gustabas o era la mi idealización?
-Veo, cuando te veo, un lugar estancado. Quieto. Inmóvil e inmerso en una tranquilidad ficticia que tapa dolor, y yo la verdad... quedé muy lejos de eso.
Me cuesta entender que no te des cuenta que no todo está perfecto y que hay algo muy roto ahí adentro tuyo.
Creo que ahí radica mi rechazo... en que yo me muevo todo el tiempo. Imagínate...casi que nací bailando. Mi vida entera es movimiento que solo entiende de quietud cuando necesita respirar para cargar los pulmones de aire y seguir.
Me miraste perplejo, no entendiendo una puta palabra. Tu ego entero rompiendose en mil pedazos...
Evolucionar, re-evolucionarse, re-encontrarse, la vida misma como la danza. Siempre. Y vos ahí, tan quiero para nada, porque ni siquiera quieto para vos.
Era invitable que la soga se corte, y por mas que uno se aferre con uñas y dientes entre tirón y tirón, hay que soltarla y seguir (harta de la palabra soltar... como si uno dejara caer a las personas o situaciones porque sí). Te quise, te extrañé y te lloré demasiado, pero hoy suelto las manos de esta soga que me sacó demasiados callos y te dejo a vos allá en la otra punta, en tu absoluta puesta en escena del "todo está bien. Si no me muevo, nada cambia, todo está bien".
Perdón, pero yo sigo. No puedo serle infiel a mi naturaleza... no sé estar quieta.
Lo que veo cuando te veo es un punto allá lo lejos, al lado de una soga que ya no ata ni une nada más que un juntos a la par que no fue tan a la par.