Bastaba con una caricia, un abrazo o que simplemente tu mano se pose disimuladamente sobre la mía para hacerme feliz, para cambiar el peor de los días, para hacer de mis tormentos una alegría. Bastaba una sonrisa para hacerme volar y enloquecer, para curar mis penas no necesitaba mas que sentir tu mano sobre mi hombro. Tenias magia en todo tu cuerpo, eras mi cable a tierra, eras tan perfectamente imperfecto para mi, que con un beso hacías que mi mundo de vueltas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario