A los golpes,
como siempre, uno aprende.
Cuando
alguien se va así, tan rápido, sin mucha explicación, uno insiste sin parar en
lo injusta que es la vida. Nos cegamos en cuánto le faltó hacer, en cuántas cosas
nos faltaron compartir; cuántos consejos nos faltaron escuchar, cuantas
carcajadas intercambiar; pero nos olvidamos todo lo que nos deja, todo lo que
hizo, cómo…
Así que ahí fuí, en eso me quedé,
Así que ahí fuí, en eso me quedé,
En estos
días aprendí la importancia de amar. Pero no digo de amar así a la pasada… Amar
de verdad, con el alma, con el cuerpo entero, con cada parte de nosotros. Amar
hasta vaciarse. Porque al fin y al cabo lo único que podemos dejar es eso. Amor.
Es cuánto dejamos en los que quisimos. Cuánto nos dejan los que se van.
Así que
amen, amen hasta vaciarse de amor en cada abrazo, en cada beso, en cada caricia.
Amen a sus amigos en las miradas, en los consejos que les dan – esos que salen
del corazón y sin pedir permiso, porque sabes que el otro lo necesita –.
Vaciensé en cada risa y rían siempre a carcajadas hasta que les duela la panza
y las lágrimas les mojen los cachetes.
Regalen
sonrisas y abrazos, no se guarden nada. Una sonrisa a tiempo puede salvarle el
día a alguien.
Digan gracias
siempre que puedan y lo sientan; hacerle sentir al otro lo importante que es para
nosotros no se compara con nada.
Por sobre
todas las cosas, no se guarden nada de lo que sientan. Ser libre, es también,
poder decir lo que sentimos sin miedo a que nos juzguen y sin que ningún otro
sentimiento nos invada. Que el orgullo o la “”dignidad”” no nos frenen nunca
porque hoy, ahora, estamos… pero en un segundo todo cambia y las palabras que
no dijimos a tiempo ahí se van para siempre y se quedan con nosotros; los
abrazos que no dimos se transforman en angustia, las gracias que se nos pasaron
por no creerlas necesarias serán culpa...
Así que no
sean egoístas, no se mezquinen, ni mezquinen nada, que después nos arrepentimos. Tu tiempo es hoy, dijo Spinetta. Siempre es hoy, retrucó Gustavo.
"...Y deberás amar, amar,
amar hasta morir
y deberás crecer
sabiendo reír y llorar.La lluvia borra la maldad
y lava todas las heridas de tu alma
de tí saldrá la luz
tan sólo así serás feliz" completa el flaco, tan certero, tan sabio...
Corran a
amar y amen hasta vaciarse de amor, para que se renueve con más fuerza. No se guarden nada, que es lo mejor que podemos dejar en todos los que quisimos, para que cuando el mundo se nos venga abajo,
al menos nos quede la tranquilidad de saber que les dimos todo y lo mejor de
nosotros – SIEMPRE - .