sábado, 4 de marzo de 2017

¿Qué voy a hacer con tanto cielo para mi?

"uno no está donde el cuerpo, sino donde más lo extrañan"

-No entiendo cómo nunca viste esto
+No sé
-¿Viste lo hermoso qué es? La perfección existe y está acá. En este lugar, con estas noches;  esa luna maravillosa y este millón de estrellas - suspiré encantada
+Te faltó algo
- ¿Qué?
+ Que estamos juntos. Eso hace que este momento, en este lugar y con todo esto, sea perfecto.

Canciones, olores, imágenes, sonidos, ruidos, luces, casas, castillos… existen mil maneras de viajar en el tiempo. De volver a ser… lo que sea, pero de volver. ¿Para qué? Quizás para sentir cerca a quien está lejos, para recordar a quien ya no está, para recordarnos a nosotros mismos lo que supimos ser, para seguir adelante, para mil cosas más. Entonces me pregunto: ¿es posible que estemos en dos sitios al mismo tiempo? Sí. Pasado y presente a la vez; el lugar donde nos recuerdan y donde estamos nosotros en ese preciso instante...


Salí a pasear, creo que te extrañaba y necesitaba encontrarte por algún lado, mejor dicho por algún recuerdo. Paré ahí donde tantas veces nos embobamos mirando el cielo. Apagué las luces. Acomodé el volumen de algún Charly, Cerati o Spinetta que sonaban como de costumbre. Bajé los  vidrios de adelante. Me acomodé en el asiento y me dispuse a hipnotizarme en esa noche única que tenía sobre mí.

- ¿Qué tienen las estrellas que me atrapan tanto? Este cielo oscuro, apenas iluminado por los millares de “lucecitas” naturales; este mar y su sonido que te envuelve de paz o te atormenta; esta brisa que apenas es posible llamar brisa; esta playa, este lugar...tan tuyo, tan mío, tan nuestro…

Se me fue el tiempo, como casi siempre. Ya eran las 2 (siempre son las 2), pero te encontré. Al fin te encontré. Llegaste en forma de recuerdo y te sentaste al lado mío a mirar con las mismas ganas que te contagié. Estabas lejos, a más de 10 hs de casa, mirando el mismo cielo que yo, contando las mismas estrellas, buscando los mismos satélites. ¿Será por eso que te sentí tan cerca? ¿Porque estando a cientos de km seguimos bajo la misma estrella?

Definitivamente es posible estar en dos sitios a la vez. Lejos y cerca siempre depende de nosotros. De nuestras ganas. De nuestra capacidad para recordar y para sentir. Y yo miro esta noche, escucho las olas romper y te traigo de nuevo a esta playa; te siento al lado mío y el mar me trae tu risa; y la luna que apenas ilumina desde la parte de atrás, me devuelve la imagen de tu cara mientras me miras fijo, esbozas una sonrisa tierna y me acaricias una mejilla. Estás acá y estás allá, y así te extraño menos.


Porque lejos o cerca, siempre vamos a estar bajo el mismo cielo, y en esa inmensidad nos encontramos.