domingo, 9 de noviembre de 2014

Desde el cielo me guían tus ojos a donde voy

Que rara es la vida, ¿No?
Digo, de pronto, me parece, porque sigo así como en stand by y eso me “ayuda” a reflexionar un poquito más sobre un montón de cosas pelotudas que quizás a nadie le interesan, pero que a mi me parecen dignas de apreciar y analizar como una cuestión esencial de la vida misma; y lo digo así de “seria” o “formal” porque creo que hablar de la felicidad y el dolor es importante, bah, son partes importantes de nuestras vidas, o por lo menos, de la mía.

La felicidad, dicen por ahí – y estoy muy de acuerdo – es un estado pasajero, rápido; es un momento, algo así como un chubasco, una lluvia fuerte y repentina que dura poco tiempo. En cambio el dolor no dura poco tiempo, el dolor está ahí, siempre, latente, hagamos lo que hagamos, no se va, o mejor dicho se esconde un ratito y aparece de nuevo.
Estamos tristes porque estamos dolidos, con el alma llena de tristeza (valga la redundancia), de angustia. Y ese estado, que no es tan pasajero como el anterior, es más fuerte que cualquier otro sentimiento o emoción; siempre logra aparecer y sobreponerse.


"Toda alegría no es más que un olvido momentáneo de la tragedia esencial de la vida." dijo Alejandro Dolina.. y no, para mi no se equivocó.

La felicidad, ese estado cortito, hermoso, que nos hace sentir vivos de nuevo, es débil. Son esos momentos simples y sencillos compartidos con los que amas, haciendo lo que amas, estando en tu lugar preferido, viendo sonreír y bien a los que querés, etc, etc, etc, etc… pero si estás dolido, cualquier momento de estos se ve teñido por la tristeza, el dolor, “la extrañitis”. Todo te recuerda a quien no está, a lo que falta o al lugar que sobra en la mesa o a lo que esa persona sentiría si viera lo que está pasando y lo que él o ella hacían en tal o cual situación y el dolor, esa mismísima mierda que es el dolor se sobrepone por encima de todo momento que en otra ocasión sería de felicidad plena…


Y esa es la cuestión que intento descifrar en este estado en el que me hayo sumergida hace un mes… ¿cómo hacer para disfrutar de la felicidad sin que el dolor y la tristeza aparezcan de la nada? ¿Cómo hacer para ser más fuerte que todo eso o si hay una manera para lograrlo? ¿alguien pudo? ¿Alguien puede hacerlo? ¿Es cuestión de tiempo? Ó…, ó…, ó muchas, miles de preguntas más